Sobre MíMí
PRIMEROS PASOS
Mi viaje musical comenzó cuando tenía tan solo 4 años. Mis primeros pasos en la música los di entre escalas y minuetos, aprendiendo a tocar el piano. Sin embargo, a medida que la adolescencia se apoderaba de mí, el rock me atrajo hacia la guitarra y el canto. Fue entonces cuando experimenté por primera vez la sensación de tocar en una banda y, a los 15 años, tuve mi primer concierto.
FORMACIÓN
Mi formación continuó cuando ingresé a la Universidad de Monterrey y me uní como tecladista al conjunto de música contemporánea. Durante ese período, me apasioné por géneros como la salsa, el blues y el jazz, fusionándolos con mis composiciones y dando origen a mi primer proyecto musical: Frappé.
Esta etapa fue especialmente divertida, ya que tuvimos la oportunidad de tocar en diversos escenarios de México y actuar como teloneros de artistas internacionales de renombre como Belanova, Playa Limbo y Yuridia.
Después de graduarme, decidí emprender un nuevo rumbo. Fundé mi agencia, Artek Marketing y abrí mi propio estudio de grabación, donde pasé largas horas experimentando con la producción musical, una pasión que creció con el tiempo. Fue entonces cuando descubrí la escuela de mis sueños, Berklee College of Music, y su programa de Máster en Producción Musical y Tecnología en Valencia, España.
REVELACIÓN
Esta revelación me hizo tomar una decisión crucial en mi vida. A pesar de haber trabajado durante muchos años en el mundo del marketing y en largas horas de oficina, me di cuenta de que necesitaba cambiar de rumbo y reconectar con la música. Así que decidí postularme a Berklee, sin estar segura de hacia dónde me llevaría este nuevo camino. Tras largos meses de espera, recibí la carta que cambiaría mi vida: fui aceptada en el programa con una beca para comenzar mis estudios en Valencia, España.
Durante mi tiempo en Berklee, tuve la oportunidad de conocer a personas increíbles, explorar nuevos géneros y en el 2019, nació Monár. Este proyecto me permitió dar vida a mis propias canciones, plasmar historias que había guardado durante toda mi vida y crear nuevas melodías y letras. Además, durante la pandemia, encontré una profunda conexión con Dios y con mi voz artística.
Mi misión es hacer una diferencia en la vida de las personas a través de la música, transportarlas a su playa favorita en cualquier época del año y promover la calma y la armonía en sus vidas.